M.C. Jesús Raúl Burrola Morales
1. Introducción
En el estado de Chihuahua el nogal pecanero crece en suelos calcáreos y alcalinos (alto contenido de carbonato de calcio, magnesio y pH mayor a 7), originando que la nutrición de este frutal se vea comprometida o deficiente, ya que en este tipo de suelos la disponibilidad de minerales como zinc, cobre, hierro y manganeso es limitada (Medina et al., 1999), por lo que es necesario hacer aportes de estos nutrimentos en las huertas y una forma eficiente y económica de hacerlo es por la vía foliar.
La fertilización foliar no sustituye la fertilización al suelo, solo es un apoyo para complementar la nutrición de las plantas. En el nogal pecanero es común encontrar deficiencias de micronutrientes cuando no se tiene un programa adecuado de fertilización foliar, el cual debe estar basado en un análisis nutrimental del follaje. La prevención de desórdenes nutricionales es más económica que la corrección, ya que algunos nutrimentos requieren de dos o más años para tenerlos en el nivel óptimo como lo es zinc, potasio y magnesio (Sparks 1978). Es importante que los agricultores y técnicos entiendan la clave subyacente que impulsa en las decisiones de manejo de la huerta, permitiendo así que el uso racional de los recursos e insumos, al tiempo que garantiza que la calidad del ambiente no se ve disminuida (Wood y Reilly, 2007).
2. ¿Qué afecta la nutrición del nogal pecanero?
Las principales causas que ocasiona deficiencias nutricionales en el nogal son las condiciones químicas, físicas y biológicas del suelo y manejo del cultivo (Wood et al., 2010).
Condiciones químicas.- El alto contenido de carbonato de calcio de los suelos del norte del país y su pH superior a 7 (alcalino) causan la indisponibilidad de nutrientes como Zn, Fe, Mg y Cu principalmente, formando carbonatos o hidróxidos con cada elemento, lo cual no son una forma disponible para la absorción por parte de la raíz (Sparks, 1978).
Condiciones físicas.- Una condición física que afecta la nutrición del árbol es la compactación del suelo originada por el paso excesivo de maquinaria dentro de la huerta. La compactación evita que las raíces exploren el suelo de forma adecuada y por lo tanto la absorción de nutrimentos se ve afectada; ya que las raíces son las que van hacia los nutrimentos. La compactación también limita el flujo de agua y sales dentro del suelo. Una manera muy eficiente de reducir y evitar la compactación y manejar los suelos de una forma sostenible en las huertas nogaleras es el uso de coberteras, ya sean sembradas o con plantas nativas (Núñez et al. 2009).
Condiciones biológicas.- La vida microbiana de los suelos es fundamental para la nutrición de las plantas. El nogal forma una simbiosis con hongos micorrízicos que coadyuvan con la nutrición del nogal sobre todo con la absorción de fósforo y zinc (Alarcón y Ferrera, 1999). Los aportes de materia orgánica benefician mucho la diversidad biológica de los suelos a parte de los aportes de nutrientes por la misma (Wood, 2006).
Plagas y enfermedades.- Un mal manejo de plagas como pulgones ocasiona una fuerte extracción de nutrientes como carbohidratos y minerales, lo cual afecta de manera directa la nutrición del nogal en el mismo año y en años siguientes (García, et al. 2014), un mal manejo de gallina ciega y/o pudrición texana origina destrucción de raíces lo que disminuye la absorción de nutrientes (Wood et al. 2004).
3. ¿Por qué la fertilización foliar?
Debido a lo anteriormente mencionado, el nogal se ve seriamente afectado en la absorción de nutrientes, principalmente micronutrientes; de ahí la razón de abastecer una porción de éstos vía foliar.
3.1 Propósitos de la fertilización foliar:
●Corregir deficiencias nutricionales
●Complementar fertilización al suelo
●Abastece nutrientes que se encuentran fijados en el suelo
La hoja no es un órgano especializado para absorber nutrientes como lo son las raíces, esto quiere decir que la nutrición del nogal no puede ser suministrada totalmente por vía foliar (Trinidad y Aguilar, 1999), ya que las funciones de la hoja son la fotosíntesis, respiración, transpiración, etc. (Bidwell, 1990) y la entrada de nutrimentos vía foliar son muy limitados (Marsh 1986).
4. Éxito de una fertilización foliar
Para poder tener éxito en una fertilización foliar de nutrientes es necesario tener en cuenta cuatro aspectos importantes, los cuales se describen a continuación (Trinidad y Aguilar 1999):
4.1. Formulación - pH
Parte importante y fundamental en la preparación de una formulación para aspersión foliar es el pH, ya que la mayoría de los nutrientes aumenta la tasa de absorción a un pH entre 5 y 6 como lo es el caso de zinc en nogal (Brown, 1999) –gráfica 1–. Las aguas de pozo o de las presas de Chihuahua tienen un pH mayor de 7, por lo tanto, es necesario ajustar el pH al nivel óptimo para mejorar la absorción del nutrimento a aplicar.
4.2. Concentración
La concentración también es parte importante de la formulación ya que cuando se aplican aspersiones en concentraciones muy diluidas el flujo de iones hacia dentro de la hoja es muy baja, por tal razón es necesario asperjar soluciones concentradas, pero sin que llegue a causar toxicidad por exceso (Lam et al.1978).
Los programas de fertilización foliar deben estar basados en el estado nutrimental del follaje y deben utilizarse sales simples que no aumenten los costos de producción (Tarango, 2006). Un ejemplo de fertilización foliar con una concentración adecuada de nutrimentos y económica se muestra en el cuadro 1. (Kilby, 1986).
Con este programa se estarán aportando micronutrientes importantes para el crecimiento del brote del nogal, como zinc, cobre y magnesio (Hussain et al. 2007). También, se aportan macronutrientes como nitrógeno y azufre, estos dos últimos están fuertemente ligados ya que la eficiencia del nitrógeno usada en nogal depende de la concentración de azufre (Hu y Sparks, 1992). Con la adición de azufre, el crecimiento y la fotosíntesis aumentan al igual que la producción de aminoácidos azufrados como arginina, ya que en el nogal es el aminoácido más importante de almacenamiento de nitrógeno (Hu et al. 1991a), como consecuencia la rentabilidad del cultivo aumenta (Wells et al., 2014). La utilización de urea como ion acompañante en aspersiones foliares es una excelente fuente de nitrógeno para el nogal y facilita la penetración de otros nutrientes a través de la cutícula.
4.3. Tamaño y forma de la molécula a utilizar
El tamaño y la forma química de la molécula a utilizar como fuente de nutrientes es muy importante, ya que entre mayor sea el peso molecular menor será su tasa de absorción y entre más simple sea la molécula, la tasa de absorción será mayor. La cutícula y los ectodesmos son permeables a la urea, pero no a moléculas grandes como los quelatos (Marsh 1986). En el cuadro 2 se muestran las dos características a tomar en cuenta para una mejor asimilación de los nutrimentos a aplicar.
Chávez et al. (2007) mencionan que la absorción de nutrientes por la hoja del nogal utilizando sales simples como sulfatos (Zn, Fe, Cu, Mg) y urea es más eficiente que suministrar nutrientes en forma de quelatos con EDDHA, tal como se muestra en el cuadro 3. Ésto reafirma que el uso de sales simples son la mejor opción para ser utilizada como fuentes de nutrientes en aplicación foliar.
4.4. Calidad de la Aspersión
Es muy importante que el cubrimiento de la aspersión en el follaje y racimos sea el adecuado ya que la aplicación de nutrientes foliares como zinc, cobre y magnesio son poco móviles dentro de la planta (Zhang y Brown 1999), de ahí la importancia de colocar estos iones en toda la copa del árbol para evitar deficiencias en partes o ramas de copa, sobre todo en puntos nuevos de crecimiento. Una forma práctica de saber si la aspersión es adecuada es colocar papel hidrosensible a diferentes alturas para conocer la cantidad de solución que llega a cada parte de la copa del árbol como se muestra en la figura anterior.
Una nogalera adulta con una plantación de 12 X 12 m y con poda adecuada es recomendable utilizar 1000 L de agua/hectárea para la aplicación de fertilizantes foliares utilizando aspersoras convencionales. Este tipo de aspersoras utilizan tres fuerzas (inercia, gravedad y viento) para atomizar el vehículo del agroquímico (agua) hasta la hoja del nogal; sin embargo, la tecnología de aspersión ha avanzado considerablemente y cada vez se encuentran aspersoras más sofisticadas, como es el caso de aspersoras electrostáticas que mejoran la eficiencia de manera importante en la aspersión de agroquímicos. La electrostática implica la separación de cargas eléctricas con el propósito de mejorar la afinidad o la repelencia de dos objetos. La utilización de aspersora electrostática intenta crear equilibrio en la carga negativa en la aspersión de las gotas, que en teoría será atraída por las cargas positivas de la hoja del nogal (Harris et al. 1992).
Tarango (2013) durante un trabajo de tres años (datos no publicados) encontró una mejoría en la absorción de zinc al utilizar aspersora electrostática comparada con aspersora convencional (cuadro 4), concordando con los resultados obtenidos por Harris et al. (1992).
5. Literatura citada
Alarcón A. y R Ferrera. 1999. Manejo de la micorriza arbuscular en los sistemas de propagación de plantas frutícolas. Terra Latinoamérica 17(3) pp. 179-191.
Lam H. V.; N. Gammon and W. B. Sherman. 1978. Copper requirement for pecans. Pecan South 5(2): 90-91.
Medina, M. M. D. C.; E.J. Medina M.; J.H. Aguilar P. y S.J. García G. 1999. Aspersiones foliares de manganeso y cobre en nogal pecanero. Terra Latinoamérica 17(4): 317-323.
Núñez, M. H.; J. L. Walworth; A. P. Pond and M. W. Kilby. 2009. Soil zinc fertilization of Wichita pecan trees growing under alkaline soil condition. HortScience 44(6): 1736-1740.
Sparks D. 1978. Predicting the nutrient needs of pecan. Pecan South 5(6): 280-284.
Wells, L.; J. Brock and T. Brenneman. 2014. Effect of foliar sulfur sprays on pecan independent of pecan scab control. HortScience 49(4): 434-437.
Wood B.; C. Reilly and A. P. Nyczepir. 2004. Mouse ear of pecan: Influence of nutrient aplications. HortScience 39(1): 95-100.
Wood, B and C. Reilly. 2007. Nickel: Impact on leaf morphology and grouth. Pecan South 40(5): 13 – 16.